El Cavall Bernat


Fuente: Juankar Moreno

Lugar: Montserrat




Hubo en tiempos un leñador que se ganaba miserablemente la vida cortando leña en las inmediaciones de la montaña, para posteriormente venderla. Su dura y ardua labor apenas le daba lo suficiente para subsistir, hasta que un día se dio de bruces con un jinete espléndidamente vestido y a lomos de un hermoso caballo. Aunque no hubiese sido necesario, el jinete se presentó como el mismísimo diablo y le propuso un diabólico plan; éste no era más que darle el corcel a cambio de que pasados diez años el leñador le entregara su alma. La desesperación de éste era tal que accedió y, sin pensar en lo que podría pasarle al cabo del decenio, firmó con su sangre el documento ofrecido por el diablo.....

El caballo cargaba diez veces mas leña que la que él habría podido abarcar nunca, corría diez veces más que sus piernas y le bastaba con ordenarle: "Cavall Bernat, lleva esta leña al Llobregat" para que el caballo se lanzara en una carrera frenética y cumpliera sus órdenes sin rechistar. Su pequeño negocio prosperó y llegó a amasar una humilde fortuna y, aunque sin permitirle salir de pobre, le alejó de la miseria. Era relativamente rico cuando se cumplieron los diez años y aquella misma mañana el diablo y el leñador se encontraron en el mismo lugar donde se hizo efectivo el pacto. El leñador, aterrado por lo que le deparaba, sintió pánico y entre sollozos no se le ocurrió otra cosa que invocar a la virgen para que acudiera en su ayuda y en medio de un gran estruendo el diablo se convirtió en una ascua y se alzó por los aires y el caballo se lanzó al galope, casi volando peñas arriba por la montaña, y al llegar a la cima se convirtió en un peñasco. Es la que llaman desde entonces la peña del Cavall Bernat, en Monsterrat.